
La separación es siempre un acontecimiento doloroso. Cuanto más tiempo involucrado con la persona, peor es. No siempre es aceptada por ambos lados, especialmente cuando aún existe amor.
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Para evitar mayores sufrimientos y penas lo ideal sería que la persona estuviera preparada para este acontecimiento. Sólo que nadie entra en una relación pensando al final y preparándose para no sufrir. Y esta madurez puede tardar en llegar.
No siempre el motivo que justifica la separación es evidente y esto puede causar confusión y demora en la aceptación del hecho. El tiempo siempre es el mayor aliado en todas las decepciones de la vida. Entender algunas cosas también ayuda a afrontar este desafío.
Decisión compartida
Aunque una de las partes no quiera la separación, si la otra así desea no hay mucho que hacer. Aceptar no es fácil, pero no hay como obligar a la otra persona a continuar con algo que no desea. Las relaciones sólo siguen cuando los dos tienen el deseo de continuar.
Autoevaluación
Hacer un análisis del tiempo en que estuvieron juntos y encontrar las propias fallas es bueno para entender y aceptar la separación. Sin embargo, al encontrar los errores es importante reflexionar sobre ellos sin quedarse sólo culpando e intentar modificar viejos hábitos que no fueron tan buenos. Esto para el propio crecimiento y para no afectar en una relación futura.
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Evitar la negatividad
Planificar el futuro, olvidar el pasado, realizar cosas que se hagan bien a sí mismo y traigan satisfacción también ayudan a vencer la situación. Habrá muchos sentimientos negativos como la rabia, el rencor, el deseo de venganza, pero no traerá ningún beneficio a nadie. Mejor es planear un viaje agradable de vacaciones que una venganza.
Ayudar a todos los involucrados
Una pareja nunca se hace de dos personas. Siempre habrá familiares que también sufrir con la separación. Hijos, padres, hermanos, cada uno tendrá que aprender a lidiar con esta decepción por su punto de vista. Todas las miradas estarán dirigidas a la pareja y la manera en que ambos se ocupan de la situación será un buen o mal ejemplo para todos. Evitar críticas, insultos, peleas y accesos de rabia mostrará que la vida continúa y que hay mucho respeto entre la pareja, aunque hayan escogido recorrer caminos diferentes.
Colocando los pensamientos en orden es más fácil organizar los sentimientos. La pena y el rencor acompañan a aquellos que les permiten permanecer. Nadie nace para ser triste a pesar de que todos saben que la vida trae muchos disgustos. Saber lidiar con ellos y vencer, a pesar de la situación no ser agradable, hacen que haya crecimiento y felicidad.
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